M. Night Shyamalan

La India representa, es sabido, una industria descomunal en cuánto a cine se refiere. Un buen porcentaje de lo que allí se produce es estrictamente basura (filmes que son como nuestras bienamadas telenovelas: mezclas tóxicas de tragedia y fantasía) pero a la vez encontraremos un puñado de directores meritorios.

M. Night Shyamalan (1970) no es uno de ellos. Es decir, es un director más que meritorio, pero no es un director de la India, sino más bien un director americano de descendencia india, que no es igual a decir un indio de América.

Perdonen la broma. Lo que en verdad deseo decir es que Shyamalan creció en Philadelphia. Ha dirigido tres obras maestras como lo son The Sixth Sense (1999), Signs (2002), The Village (2004).

Shyamalan se ha dedicado casi exclusivamente al género del miedo (de raíz sobrenatural o psicológica, ¿acaso hay distinción?). Digo casi exclusivamente, pues también ha hecho otro tipo de trabajo, como lo es Unbreakable (2000), una película que nos ingresa al mundo de los superhéroes, más o menos olvidable.

El género del miedo demanda talentos muy finos en el guión, y Shyamalan es un guionista poderoso, y un maestro, sobre todo, de la vuelta de tuerca y la ilusión narrativa. (Esto es perfectamente comprobable en The Sixth Sense, en dónde nada es como parece.) Por demás, sus filmes son cinematográficamente impecables: una perfecta fusión de fondo y forma, un estilo agolpadamente propio, y en el fondo, un humor muy decantado que linda con la extrañeza, y una paciencia virtuosa en el modo de contar las historias. La prisa en este tipo de filmes es un error: hay que dejar que los settings, la trama, y los personajes se desarrollen, se desovillen, preparen la sorpresa. Es por esto que, de ser actor, me gustaría trabajar con Shyamalan: la condición de sus proyectos son personajes trabajados, envolventes, psicológicos.

Signs es posiblemente la película más inteligente que he visto sobre una invasión alienígena, justamente porque no es una película sobre una invasión alienígena, sino ello sólo sirve como escenario para debatir cuestiones más profundas: Dios, el destino, esas cosas. La próxima semana comentaré The Village.

(Columna publicada el 23 de noviembre de 2004.)

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Como periodista, trabaja actualmente para los diarios locales El Siglo XXI y El Periódico, en donde desde el 2002 escribe una columna semanal (Buscando a Syd), y donde también trabajó durante varios años en la sección cultural. Asimismo mantuvo columnas permanentes de opinión de cine y literatura en los diarios El Quetzalteco y La República, y ha colaborado en diversas revistas, fanzines y publicaciones del medio.
 
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