Discurso contra el olvido


Estuve presente en el estreno de Prefacio y Discurso contra el olvido, dos trabajos del cineasta local Sergio Valdés Pedroni. Por varias razones me sentí descompuesto.

La primera razón es quizá comprender el estado de la izquierda. Y lo más desmoralizante del caso es que no parece ser un mero estado, una pasajera circunstancia: es la realidad, la pura, continuada realidad, un agónico, siniestro relato sin fin ni consumación. La guerra fue por demás inútil; un error.

Sergio no es un primitivo como otros; es de hecho el primero siempre en denostar la equivocación, o al menos algo de esta gran equivocación de la izquierda. Para Sergio no es posible vivir la experiencia de izquierda sin vivir a su vez su contraparte crítica y anarcopoética. Por eso, dentro del espectro de la izquierda guatemalteca, su función es valiosa y única. Discurso contra el olvido es un documento valioso en muchos sentidos. En este caso, no iría tan lejos como hablar del aporte significativo de la izquierda a las artes. Más bien hablaría del aporte de Sergio a la izquierda, que es distinto. Esa contribución individual a la izquierda deberá ser reconocida por la izquierda misma como un esfuerzo de articulación de vasta importancia. Es posible, por supuesto, que ello no suceda.

Me parece que, siendo un trabajo valioso, Sergio no está aquí al límite de sus capacidades. Y esto ya me afecta porque a Sergio le tengo un cariño especial y me gustaría saber que su trabajo es perfecto.

Su Discurso contra el olvido falla en lo que tiene de discurso, justamente, bien sea lírico, y justamente por ello. Hay demasiadas palabras. En ciertas entrevistas había solamente que buscar el aforismo; lo demás sobraba. Sergio ha puesto en su trabajo lo que más odia: solemnidad (salvo uno o dos apuntes humorísticos). A no dudarlo, el lirismo, casi tedioso, casi programático, y casi funcional, en todo caso excesivo, no ayuda en nada, más bien desorganiza el filme y le resta cuerpo y coherencia. Más apreciables son algunos detalles y devaneos formales.


(Columna publicada el 11 de octubre de 2003.)

No hay comentarios:

Como periodista, trabaja actualmente para los diarios locales El Siglo XXI y El Periódico, en donde desde el 2002 escribe una columna semanal (Buscando a Syd), y donde también trabajó durante varios años en la sección cultural. Asimismo mantuvo columnas permanentes de opinión de cine y literatura en los diarios El Quetzalteco y La República, y ha colaborado en diversas revistas, fanzines y publicaciones del medio.
 
Creative Commons License
La Cueva by Maurice Echeverría is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 3.0 Guatemala License.