Bob Esponja

Como adulto, siempre busco y ando buscando una caricatura que me justifique la vida en esta vida, porque lo arduo es permanecer niños. Vean una cita del siempre valioso Huxley: “Sólo el artista más altamente disciplinado puede recobrar, en un plano más elevado, la espontaneidad del niño con su primera caja de pinturas. Nada es más difícil que ser sencillo.” Para mí, la sencillez es ver Bob Esponja. Allí está todo –en media hora.

Autor de todas las emociones humanas, Bob Esponja es la mejor catarsis de toda la jornada. Vive en una piña debajo del mar. Pero en lugar de ser un animal espongiario, es una esponja de cocina. Su mejor amigo es una estrella marina, llamado Patricio. Trabaja en un restaurante de comida rápida, haciendo las muy reputadas cangreburgers, junto al amargo Calamardo, y junto a su jefe Don Cangrejo, ambicioso idólatra del capital –ese cangrejo es un cangrejo muy mezquino.

El pasatiempo de Bob Esponja es cazar jelly fish, y posee un gato que es un caracol, un caracol que se cree gato, vaya uno a saber. La risa de Bob Esponja es una risa sumamente estúpida. Bob Esponja es humano y entregado como nadie, y muchas veces, me hace llorar. Tanta nobleza es triste.

Yo antes miraba con cierta abnegación los Simpsons, pero todas las cosas buenas y buenas cosas pasan, y menos mal, porque de lo contrario no vendrían las mejores, o simplemente las otras. Me aburrí de los Simpsons, y ahora estoy en Bob Esponja. No está mal tampoco alejarse de esta tierra en dónde a los candidatos en Ucrania los envenenan como en tiempos de Shakespeare y a las mujeres en Guatemala no se les pide permiso para matarlas. No está mal introducirse en el universo acuático de Bob Esponja, porque de este lado, el lado de todos los días, lo siniestro es ley.

Por eso, si Vd. tiene esposa y nada qué hacer hoy por la noche, pues haga algo productivo: el amor, o pónganse los dos a ver Bob Esponja. Pónganse también ustedes a perseguir medusas. Denle de comer al caracol/gato. La vida en una piña debajo del mar.

Ha sido tanto el éxito de Bob Esponja que ya tiene su propia película. Pero de ella hablaremos luego.


(Columna publicada el 4 de enero de 2005.)

No hay comentarios:

Como periodista, trabaja actualmente para los diarios locales El Siglo XXI y El Periódico, en donde desde el 2002 escribe una columna semanal (Buscando a Syd), y donde también trabajó durante varios años en la sección cultural. Asimismo mantuvo columnas permanentes de opinión de cine y literatura en los diarios El Quetzalteco y La República, y ha colaborado en diversas revistas, fanzines y publicaciones del medio.
 
Creative Commons License
La Cueva by Maurice Echeverría is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 3.0 Guatemala License.